El Centenillo, como uno de los principales núcleos del Distrito Minero Linares-La Carolina, cuenta con numerosos vestigios de patrimonio minero que harán las delicias de los visitantes interesados en el patrimonio industrial con ejemplos como Pozo Nuevo, el Mirador -que aún conserva su magnífica casa Cornish-, o Santo Tomás a escasos minutos de paseo desde el núcleo urbano. En cuanto a las actividades a realizar, destacamos la posibilidad de acceder a variadas rutas de senderismo y espacios óptimos para el cicloturismo, así como disfrutar de la berrea, la caza mayor y la recogida de setas en temporada. Este es un lugar privilegiado para los amantes de la fotografía, ya que la conjunción de la naturaleza y las infraestructuras de las antiguas minas abandonadas genera un paisaje especialmente carismático. Por otra parte, los aficionados a la astronomía encontrarán en El Centenillo una motivación excepcional debido a la declaración de las Minas de El Centenillo -Cerro del Mirador- como Destino Turístico y Reserva Starlight por la UNESCO, concediéndole esta institución un lugar especial dentro de los miradores astronómicos certificados en Sierra Morena en marzo de 2014.

Las Minas de El Centenillo, más concretamente el Cerro del Mirador, han sido certificados por la UNESCO como Destino Turístico y Reserva Starlight dentro del conjunto de Sierra Morena, estableciendo aquí uno de los miradores privilegiados elegidos por esta prestigiosa institución. Las condiciones de escasa contaminación lumínica de El Centenillo hacen de este lugar un enclave magnífico para la observación del cielo nocturno, siendo especialmente recomendadas las efemérides de Las Perseidas o Lágrimas de San Lorenzo.

Fruto de la explotación minera del enclave geográfico en que se asentó el poblado minero, el entorno de El Centenillo cuenta con numerosos restos industriales que configuran un peculiar paisaje en el que se combinan lo natural y lo patrimonial.

A tan solo 20 minutos a pie del centro de la población encontramos los pozos mineros de Santo Tomás, Pozo Nuevo y el Mirador, a los que se puede acceder libremente y con total seguridad puesto que han sido cerrados para evitar accidentes.

Dada su ubicación entre el Parque Natural Sierra de Andújar y el Parque Natural de Despeñaperros, en el entorno de El Centenillo encontraremos variedad de caminos en los que pasear y realizar rutas de senderismo. Además, durante los últimos años se han llevado a cabo intervenciones de señalización de rutas ornitológicas en las inmediaciones del Cerrillo del Plomo y el Río Grande que facilitan el avistamiento de aves como águilas y buitres, así como otras de menor tamaño, cuya presencia es muy común en los parajes que rodean el antiguo poblado minero.

La celebración de Santa Bárbara es una constante en las poblaciones de raigambre minera. La patrona de la artillería y la minería fue, según la leyenda, hija de Dióscoro, rey de Nicomedia, quien la encerró en una torre ante el incipiente auge del cristianismo intentando evitar que la joven fuera seducida por las ideas del emergente credo. No obstante, los esfuerzos de su padre fueron en vano y Bárbara de Nicomedia se convirtió al cristianismo, hecho que supuso su martirio en el potro y posterior decapitación.

La torre es uno de los símbolos que podemos encontrar vinculados a la iconografía de la santa en sus representaciones, mientras que en la celebración de su onomástica, el 4 de diciembre, es común el uso de pólvora que, en el caso de El Centenillo, se traduce en un espectáculo de pirotecnia. Esta celebración tiene lugar durante el puente de la Inmaculada Concepción, acogiendo a numerosos visitantes que disfrutan de una jornada de convivencia con los habitantes de la localidad, compartiendo paella como avituallamiento tras una breve procesión encabezada por Santa Bárbara y la Inmaculada.